El libro «El Nuevo Código Secreto de la Biblia», de Michael Drosnin. Esta obra -continuación de otra escrita por el mismo autor hace algunos años, que se titulaba «El Código Secreto de la Biblia»– afirma que el Libro Sagrado alberga en su interior una serie de mensajes, codificados de tal forma que únicamente la Informática moderna permite su extracción. Al leerlo no pude evitar acordarme de la película «2001: Una odisea del espacio», en la que una Inteligencia Superior entierra un monolito en la Luna, con objeto de que la Humanidad lo descubra cuando alcance el suficiente desarrollo tecnológico. Sin embargo, la obra escrita por Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick era ficción, mientras que el libro de Drosnin afirma que su tesis es real, y además aporta una serie de pruebas para avalarla…
El autor asegura, entre otras cosas, que los atentados del 11 de Septiembre ya se encontraban codificados hace tres mil años en el texto original de la Biblia, y que trató de avisar a George Bush de su descubrimiento. También afirma que hay mensajes sobre Hitler, las armas biológicas y nucleares, los asesinatos de Kennedy y Rabin, Al Qaeda… Pero lo más inquietante de todo es que las frases «guerra mundial», «holocausto atómico» y «fin de los días», aparecen junto al año 2006.
¿Qué hay de verdad en toda esta historia? ¿Las supuestas pruebas son tan concluyentes como parecen? ¿Los «grandes científicos de Estados Unidos e Israel» que cita Drosnin -alguno de la NSA- han confirmado realmente la veracidad del código? En este articulo intentaremos arrojar un poco de luz sobre todo este tema, para que cada cual saque sus propias conclusiones.
La leyenda afirma que el texto original de la Biblia -en realidad el del Antiguo Testamento- fue escrito directamente por Dios, con la seria advertencia de que nadie debería nunca alterar ni una sola letra. La presencia de los supuestos mensajes sobre el futuro explicaría esta exigencia. Hay que recalcar que Drosnin se declara ateo, por lo que deja abierto el tema de la autoría real del código; él sólo se centra en demostrar su autenticidad.
El método empleado por la supuesta Inteligencia Superior para codificar sus mensajes es bastante simple. En primer lugar se eliminan todos los espacios y signos de puntuación, convirtiendo la totalidad del libro en una única y enorme cadena de caracteres. Seguidamente, basta con formar secuencias tomando letras con una determinada separación dentro del texto. Por ejemplo, la famosa frase de Albert Einstein:
«Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.»
daría lugar a la secuencia:
«HAYDOSCOSASINFINITASELUNIVERSOYLAESTUPIDEZHUMANA»
Dentro de ella podemos tomar, por ejemplo, las letras de cuatro en cuatro, obteniendo el siguiente galimatías: «HOSNIEISAUEM». O podemos, empezando por la última H, ir hacia atrás de tres en tres, lo cual nos deja «HDUEYRILANNACDH».
Pues ahora imagínense un texto de varios cientos de miles de letras -304.805 para ser exactos-, y que buscamos las palabras probando con saltos de hasta mil caracteres en ambos sentidos. Obviamente, para llevar a cabo esta búsqueda, es necesario echar mano de una computadora. Drosnin asegura que empleando esta técnica sobre el texto original de la Biblia en Hebreo, se obtienen los inquietantes mensajes que describe en su libro.
El principal argumento de Drosnin para respaldar la autenticidad de sus descubrimientos es la presencia en el texto de la Biblia de palabras relacionadas en lugares próximos. Por ejemplo, en la siguiente figura aparece un fragmento de texto en castellano que contiene lo que podría ser una referencia a la catástrofe del «Prestige».
El descubridor del código es un matemático israelí, llamado Eliyahu Rips. Como es evidente, ya desde la publicación del primero de los libros de Drosnin, esta obra ha dado lugar a múltiples controversias. En «El Nuevo Código Secreto de la Biblia» se afirma que, en el futuro, este descubrimiento será considerado como una «revolución científica», comparable a la Teoría de la Relatividad, y que en estos momentos sufre de la misma incomprensión con la que en su día fue acogida la teoría de Einstein.
Drosnin afirma que estadísticamente es extremadamente improbable que estas coincidencias se den en un texto aleatorio, y que, por supuesto, en ninguna obra literaria diferente de la Biblia se encuentran cosas similares. De hecho, tan seguro estaba de sus afirmaciones que planteó un desafío consistente en buscar referencias a la muerte de algún primer ministro en el texto de «Moby Dick», asegurando que sólo entonces daría su brazo a torcer.
Como era de esperar, no pocos críticos han surgido al respecto. Brendan McKay [1] aceptó el reto y encontró múltiples referencias a la muerte de diversos primeros ministros, precisamente en «Moby Dick» (Indira Gandhi, Leon Trotsky, Martin Luther King, Kennedy, Lincoln, Rabin…). Sin embargo, Drosnin lo acusa de haber manipulado la obra original para acomodarla a sus propósitos.
No obstante, existe una circunstancia que complica algo más el asunto: en 1997, Shlomo Sternberg, profesor de matemáticas en Harvard, indicó que el código se vendría abajo simplemente cambiando algunas letras del texto.
Curiosamente, la versión completa más antigua del Antiguo Testamento en hebreo que se conserva, el códice de Leningrado (1009) tiene más de cuarenta diferencias sólo en el Deuteronomio con el texto empleado por Drosnin. Esto nos lleva indefectiblemente a preguntarnos ¿cuál es el texto original de la Biblia?, o incluso ¿existe realmente un texto original?. Mucha gente opina que la Biblia Hebrea no fue escrita de una sola vez, y es un hecho conocido que, antes de la aparición de la imprenta, la ortografía de este texto no fue uniforme, debido a que era copiado de forma manual.
Interesante documental en 5 partes(Canal Historia)
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Punto de Vista Esceptico
En 1994, un periodista estadounidense llamado Michael Drosnin visitó Israel para decirle a un poeta amigo suyo, Jaim Guri, que tenía una carta para serle enviada al primer ministro Yitzhak Rabin. En su carta, Drosnin decia que, de acuerdo a un mensaje secreto oculto en la Torá, la versión hebrea de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento, Rabin sería asesinado. Guri le hizo llegar la carta a Rabin, pero por desgracia la ignoró, y Rabin fue asesinado un año después.
Convencido de que su predicción debía haber tenido un origen divino, Drosnin escribió un libro al que tituló “El Código de la Biblia” en el que explicaba cómo estaban codificados los mensajes en la Torá. El método estaba basado en el trabajo de un matemático de origen letón-israelita llamado Eliyahu Rips, que a su vez se había inspirado en los estudios de un profesor de escuela llamado Avraham Oren. Este no es un caso extraordinario. Muchos otros, incluso Isaac Newton, se habían adentrado en la búsqueda de mensajes ocultos en textos antiguos.
El libro de Drosnin fue un gran éxito, que fue seguido por su secuela, “El código de la Biblia II: la cuenta atrás”.
Los códigos ocultos de la Biblia son descifrados por medio del mecanismo de espacios equidistantes entre letras o ELS.
Por ejemplo, siguiendo este mecanismo, si tomamos la palabra maracas y extraemos la primera de cada tres letras obtenemos la palabra más. En este caso la palabra más está codificada en la palabra maracas como un ELS de salto 3. Eso es todo lo que hay que hacer. Ahora imagine una frase escrita en una matriz, sin espacios ni puntuación, como una gigantesca sopa de letras. Una palabra codificada de esta manera, aparecerá en una línea, vertical, diagonal o en horizontal, e incluso utilizando saltos en los cuadrados. Podría ser por ejemplo en saltos en L, como el movimiento de los caballos de ajedrez, o movimientos similares, como 4 en una dirección y una en perpendicular etc. Si tuviésemos enfrente una sopa de letras lo suficientemente grande podríamos encontrar cualquier palabra. Añade un ordenador a la mezcla para ayudar con la búsqueda, y te sorprenderás de la cantidad de palabras que aparecen. Palabras sueltas surgirían por todas partes, pero cada vez que se añadiese una letra para tratar que la palabra encontrada fuese más larga, el número de ocurrencias caería dramáticamente. Es raro encontrar una palabra de 7 ó más letras.
Ya sabemos cómo encontrar las palabras en un texto codificado, pero ¿qué ocurre con las frases? Los analistas del Código Secreto tienen un enfoque muy liberal sobre esto. No es necesario para encontrar la frase completa en una cadena de ELS. Eso es imposible. Todo lo que hay que hacer es encontrar las palabras que aparecen en la matriz, juntas unas de otras. Pero puede hacer la matriz tan grande como quiera.
Las palabras pueden combinarse aunque estén identificadas en diferentes direcciones o con diferentes saltos. Imagine una enorme sopa de letras con un montón de palabras remarcadas. Esa es la manera en la que las frases son formadas según la metodología del código de la Biblia. No hay reglas a seguir para que una frase se forme. Depende de la interpretación personal del que observa las palabras sueltas.
Siempre hay muchas palabras cortas en una matriz que nos interese analizar, por lo que es fácil encontrar palabras de apoyo para construir la frase que deseemos. Así es como funciona. Quizá le parezca un argumento demasiado débil. Efectivamente, lo es. Así que me puse a buscar por ahí y decidí comprar un software que realiza estas búsquedas. Seleccioné uno que se llama CodeFinder y que cuesta aproximadamente 70$. Hay varios productos similares disponibles, pero este parecía bastante decente. CodeFinder viene con una serie de textos originales, incluyendo el Antiguo y Nuevo Testamento, y también la obra Guerra y Paz, aunque en verdad, cualquier texto funciona. Incluso texto aleatorio. Generé un texto al azar y realicé búsquedas sobre él y funcionó. En primer lugar encontré mi nombre, que está esparcido por doquier en todos los textos (tal vez soy santo). CodeFinder almacena la localización de las palabras para facilitar la construcción de frases. Si tiene la suficiente paciencia será capaz de encontrar la frase que quiera en cualquier texto. No me malinterprete. No es fácil ni rápido. Tuve que pasar un largo rato para poder construir una frase decente. Me costó encontrar por ejemplo “Voy a morir en viernes” y “Brian es un tipo genial” en la Biblia, en Tierra y Paz e incluso en mi texto aleatorio. Esto es suficiente para mí.
Por si esto era poco, el codigo de la Biblia guarda otro as en la manga: el idioma hebreo. CodeFinder también viene con una copia del Viejo Testamento en hebreo. ¿Recuerda la película Indiana Jones en la que Indi estuvo a punto de pisar la baldosa equivocada debido a un error en el deletreo de Jehová? El hebreo tiene diferentes maneras de escribir la misma palabra. Cuando Drosnin escribió el Código de la Biblia, sacó el máximo partido a estas ambigüedades para obtener el máximo número de palabras disponibles para la construcción de frases. Ha sido ampliamente criticado por ello. Drosnin había usado con ventaja la flexibilidad de la lengua hebrea, mezclando libremente hebreo clásico (sin vocales, donde las letras Y y W son estrictamente consonantes) con hebreo moderno (donde Y y W suelen indicar las vocales I y U), así como las variaciones en el uso de K y T, encontrando el significado deseado. Si él se hubiera decantado por una forma de hebreo o de otra, muchas de las frases de Drosnin se considerarían mal escritas. Aun así, para encontrar el nombre de Yitzhak Rabin, en hebreo, tuvo que usar un valor de salto ELS de 4.772. Esto cubre un bloque de texto en el que es posible encontrar casi cualquier otra palabra.
Pero Drosnin afirma que el código no es el resultado del azar. En su primera secuela, El Código de la Biblia II, Drosnin afirma que la Biblia fue escrita por -agárrense a sus asientos- extraterrestres. En realidad fue escrita por los mismos extraterrestres que trajeron el ADN a la Tierra y con él la vida como la conocemos hoy en día. Drosnin cree que los extraterrestres dejaron la clave para descifrar el Código de la Biblia en un obelisco de acero enterrado cerca del Mar Muerto, e incluso afirma que ha ido él mismo en persona a buscarlo. La pregunta es: ¿para qué hace falta una clave enterrada en un receptáculo de acero cuando un sencillo programa de 70$ que te puedes comprar en Internet puede servir del mismo modo?
Pero volvamos a la famosa predicción de Drosnin sobre el asesinato de Yitzhak Rabin. Suena impresionante, pero tenga en cuenta tres puntos.
En primer lugar, fue sólo una de las innumerables predicciones que Drosnin hizo. El resto resultaron ser tonterías. Por ejemplo, la destrucción nuclear de la civilización entre los años 2000 y 2006, y la devastación de Los Ángeles por un meteorito en 2006. Esto es lo que suelen hacer los psíquicos famosos. Recordar sólo los éxitos y olvidar los fallos.
En segundo lugar, en el momento en que hizo la predicción sobre Drosnin Rabin, era una certeza de facto el que Rabin iba a ser asesinado. La derecha dura judía estaba enfurecida con Rabin y con los palestinos, con los que estaba tratando de instaurar la paz. Los expertos decían que lo único que quedaba por dilucidar era el grupo anti-paz que iba a llegar primero. Psíquicos de todo el mundo predijeron su asesinato, aunque Drosnin fue el único que tuvo la suerte de aparecer en el show de Oprah Winfrey, incluso aunque en su predicción no daba detalles sobre el momento o lugar del atentado. Esta promoción es la única razón por la que el libro de Drosnin se hizo popular, a diferencia de los otros psíquicos.
En tercer y último lugar, la predicción de Drosnin se basaba en que encontró el nombre “Yitzhak Rabin” y la palabra hebrea que significaba “asesinar”. Abreviada también significa “asesino”. Entre la enorme sopa de letras que componía la matriz sobre la que encontró el nombre de Rabin, Drosnin selecciono las que formaban la frase “Un asesino asesinará a Yitzhak Rabin” para lo cual tomó dos veces la misma palabra “asesino”. La frase también podría haber sido “Rabin, el asesino, asesinará a Yitzhak” o cualquier otra posible combinación utilizando este o cualquier otro nombre que pudiese aparecer en la matriz.
En resumen, es muy difícil para un pensador crítico que entiende la codificación ELS llegar a la conclusión de que Drosnin encontró una predicción definitiva de que Rabin sería asesinado. Ya sea deliberadamente o por negligencia grave, Drosnin mostró esta tontería como una predicción, que sigue siendo la evidencia más fuerte a favor del Código de la Biblia.
Fuentes:
http://ebookbrowse.com/michael-drosnin-el-codigo-secreto-de-la-biblia-pdf-d49619086
Traducción del artículo de Brian Dunning en Skeptoid (Junio de 2007)
Manuel Lucena(Kriptópolis) y la mentira esta ahi fuera.